viernes, 21 de septiembre de 2007

Martes, 17 de julio: Viaje a Gijón






Martes, 17 de julio: Visita a Gijón

Gijón es visita obligada en Asturias, pues además de ser una hermosa ciudad, con un interesante pasado histórico (fue la famosa “Noega” de los romanos) y un presente industrial muy importante, posee la hermosa playa de San Lorenzo, que el día de nuestra visita se hallaba muy concurrida.

Antes de bajar a la playa, visitamos la Universidad Laboral. Es un edificio grandioso, monumental, construido bajo la dirección del arquitecto Luis Moya y siendo Ministro de Trabajo el Sr. Girón. El estilo arquitectónico recuerda al herreriano, de El Escorial, y constituye el edificio civil de estas características, de mayores dimensiones de España.

Durante la visita guiada, subimos al piso 17, desde la que se contempla toda la ciudad de Gijón. Paseamos por la plaza, entramos en la iglesia y conocimos los talleres de formación profesional. Es admirable contemplar el trabajo realizado por todas las personas que, hace ya más de 60 años, se esforzaron por construir un edificio de estas características.

Antes de comer (en un restaurante situado justo enfrente de la playa), aún nos dio tiempo ( a una parte del grupo) a darnos un pequeño chapuzón. El resto paseó, curioseó por los tenderetes…

También recorrimos el barrio residencial de Somió desde el autobús. Nos llamó especialmente la atención un espectacular chalé, rodeado por un frondoso bosquecillo, propiedad de la familia Rato-Figaredo.

Sin embargo, las emociones fuertes las viviríamos por la tarde, cuando visitamos el Museo de la Minería, en El Entrego. El descenso en la jaula a la mina imagen, y el paseo por las galerías atentos a las explicaciones de Isaac, nuestro guía, nos insinuó ligeramente las durísimas condiciones de vida de los mineros. Sentimos mucha emoción, especialmente Charo, que estaba sobrecogida y un poco arrepentida de haber bajado. Fue una visita muy didáctica y aleccionadora.

Como la visita había transcurrido entre la mina y el mar, Anuska nos recitó estas estrofas de una canción popular asturiana referida a la mina de la Camocha, en Gijón:

La mina de la Camocha
Dicen que va bajo el mar
Y que a veces los mineros
Oyen las olas bramar.

La mina de la Camocha
Dicen que va bajo el mar
Y que los marineros
Oyen el grisú explotar.

Lógicamente, llegamos a Campo de Caso muy cansados, y el “brebaje” preparado por Marigel nos ayudó a pasar otra noche tranquila y relajada en el hotel de Reciegos. Al amanecer, los cantos de los pájaros nos fueron despertando.

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